Septiembre / Octubre 2014
DE NOSOTROS AL CAPÍTULO GENERAL EVENTO DE GRACIA
Hace tiempo, cuando se pensaba en las Madres, en las Consejeras, se tenía un tipo de respeto, casi de temor reverencial, que nos llevaba a considerarles personas inalcanzables, lejanas de nuestra vida, de nuestra realidad. Con el tiempo y con mis compromisos a nivel de Confederación, me he tenido que retractar porque he tenido siempre la alegría de encontrarlas personalmente y de tener con ellas una relación confidencial, de apertura, de estima y de compartir. En los inicios del mes de julio, con la ocasión de la verífica, nosotros del Consejo de Redacción, siempre soportados apoyados por la válida presencia de nuestra delegada, sor Maritza, hemos deseado querido la presencia de la Consejera para la Familia Salesiana, sor M. Luisa Miranda, que con su elegante “savoir faire” (saber hacer), rápidamente se ha unido a nuestra dinámica laboral, casi que no parece una invitada, sino una de nosotras, acostumbrada ya desde hace tiempo a nuestra tipología de trabajo.
De veras un encuentro especial donde la oración de inicio, propuesta por sor Maritza, nos ha ayudado a abrir el corazón al “soplo” del Espíritu Santo, para sugerirnos palabras “nuevas”, palabras sabias, palabras que tienen sabor de compromiso, responsabilidad, de perspectivas, con acentos de esperanza. Sor M. Luisa, después del intercambio de saludos, ha pronunciado unas palabras de gratitud y aprecio: “el tiempo que dedicáis a la revista es un valor importante, porque creéis en la Asociación”. “Unión para la Asociación tiene un doble significado, ha continuado sor M. Luisa: volver a vuestras raíces, con un mayor conocimiento sobre qué cosa ha querido el P. Rinaldi para la Asociación y una posibilidad de conexión entre vosotras y el mundo, porque la revista es internacional y quien lo recibe debe encontrar el sentido de la internacionalidad y de la pertenencia”.
Cada una de nosotras, después, ha deseado compartir con sor M. Luisa la belleza y lo extraordinario del compromiso, la riqueza humana y espiritual de nuestro equipo, que ha sabido organizar en sintonía un trabajo muy laborioso aunque “salesianamente”, gratificante.
“Mornés es una experiencia de relación, es la casa del amor de Dios”. Es la bellísima expresión usada por sor M. Luisa, cuando nos ha dado la presentación de la síntesis del instrumento de trabajo para el Capítulo General XXIII, que comenzará en Roma, el 22 de septiembre de 2014, en la Casa General.
La relación, como experiencia de amor, es uno de los aspectos sobre los cuales reflexionarán las Capitulares. Se tratará de volver a la calidad evangélica de la relación, al corazón mismo del Carisma.
Muy significativo y comprometido el tema del Capítulo: “SER HOY CON LOS JÓVENES CASA QUE EVANGELIZA”.
Casa: ambiente, cuna, calor, acogida, confort, alegría, dolor, encuentro, escucha, silencio… de casa salgo, pero a casa vuelvo… para no perder mis raíces.
Las Capitulares, ayudadas de la presencia del Espíritu Santo, serán llamadas, luego, a interrogarse sobre su modo de vivir el carisma, a convertir más legible su identidad de Hijas de María Auxiliadora, a valorar y potenciar, en los contestos en los que se opera, la presencia de las Comunidades Educadoras, buscando modalidades nuevas de anuncio, de testimonio de Jesucristo y de acompañamiento educativo sobre todo para los jóvenes “lejanos”.
Con cariño le confiamos a María a todas las Capitulares:
Su corazón esté siempre hechizado de la pasión del “Da mihi animas”.