Marzo / Abril 2015
¡LA FIESTA ES… RITMO!
Parecerá extraño pero mi familia de origen “inventa” siempre una fiesta como mejor excusa para reunirse, escuchar experiencias y compartir la vida, de modo que no se corra el riesgo de que se pierdan, en la rutina del tiempo y de la memoria, las “melodías, sinfonías y disonancias” de una orquesta que tuvo los mejores compositores, es decir mi papá y mi mamá, y que cuenta con grandes músicos, que somos los hijos. Quiero dejar en claro que no somos artistas; no, ante todo somos personas a las que les gusta comunicarse, que disfrutan escuchando experiencias para compartir las propias vivencias y recuerdos; nos gusta someter muchas de nuestras decisiones al parecer de nuestra familia. Todo esto nos motiva porque crea un clima mágico, donde el ritmo musical es protagonista, como afirma el profesor de antropología Paolo Apolito: “La dimensión comunicativa de los seres humanos es musical; sobre todo cuando están juntos, sintiéndose bien”.
La comunicación no solo pertenece a los seres humanos; también en el mundo vegetal y animal se evidencian comunicaciones constantes con un ritmo incesante. Pensemos en los vegetales: establecen una comunicación rítmica con el ambiente que los rodea: los cambios que se pueden observar con el alternarse de las estaciones, los colores, los olores, etc.
Por su parte, el mundo animal también cuenta con una multiplicidad de lenguajes: pensemos en tantas veces que hemos quedado extasiados ante la belleza de una caterva de aves durante su fase de migración, donde los movimientos durante el vuelo tienen un ritmo sincrónico, tanto que parece que danzaran.
El ser humano tiene algo más; se trata de un ser social por naturaleza que tiene necesidad de compartir emociones, pensamientos y proyectos. En el compartir con los demás, en el estar juntos se establecen ritmos que tienen el gusto de la musicalidad, la capacidad de tener entre sus manos el tiempo: ¡Toda una fiesta!
Me gusta recordar nuestros encuentros, la capacidad que cada uno tiene para poner de su parte en la consecución de la armonía, vinculándose y vinculando a los otros, es toda una coordinación en una musicalidad que genera vida.