Marzo / Abril 2014
DESPEDIDA PARA EL RECTOR MAYOR
En días pasados, en Roma, se llevó a cabo el vigésimo séptimo Capítulo General de la Congregación Salesiana. El tema de estudio y reflexión que eligieron fue: “Testigos de la radicalidad evangélica”, que encuentra en el lema: “Trabajo y templanza” (cf. Const. 18) un modo concreto de ver el programa de vida de Don Bosco: “Da mihi animas, coetera tolle”.
La propuesta de estudio, precisamente en estos días, pretende concentrarse en cuatro áreas temáticas: vivir en la gracia de la unidad y en la alegría de la vocación consagrada salesiana, que es don de Dios y proyecto personal de vida; tener una fuerte experiencia espiritual, asumiendo el modo de ser y de actuar de Jesús Obediente, Pobre y Casto para buscar a Dios con sensatez; construir la fraternidad en las comunidades de vida y acción; finalmente, dedicarse con generosidad a la misión, caminando con los jóvenes para dar esperanza al mundo.
Cada Exalumna/o del mundo debe asumir el compromiso de acompañar con la oración este momento tan importante para Congregación y para la entera Familia Salesiana.
Consagremos a María Santísima Auxiliadora estos días de estudio, de confrontación y comunión e invoquemos al Espíritu Santo para que guíe e ilumine a los miembros capitulares en la elección tanto del nuevo Rector Mayor, décimo sucesor de Don Bosco, como de los Consejeros Generales.
Mucho es nuestro afecto que continuará intacto para con el padre Pascual Chávez, noveno Rector Mayor, quien en estos años de su mandato se entregó a sí mismo con generosidad y pasión, dando testimonio con su vida del Carisma que ha recibido como don.
Muchos fueron los momentos de su actividad apostólica que quedarán en nuestras mentes y corazones. Personalmente, me queda como grato recuerdo la ocasión en que el padre Pascual, el día de la clausura de las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana (del 16 al 19 de enero de 2014), fue acogido con gran entusiasmo y con un profundo afecto, por parte de los más de 450 participantes provenientes de 37 países del mundo, contentos por poder escuchar su mensaje. Su saludo comenzó con estas palabras: “Lo más interesante es que la historia continúa… no termina con nosotros”. Entregó a los miembros de 30 grupos (20 religiosos y 10 laicales) de la Familia Salesiana, una especie de testamento basado en 5 consignas para enfrentar con inteligencia y pasión pastoral:
- Defender la vida, su sentido y su calidad para que creamos en el Dios que ama la vida;
- Promover la familia; defendiéndola y acompañándola;
- Apostarle a la educación, considerándola una decisión fundamental, tanto desde el punto de vista cultural como antropológico. En efecto, a través de ella, podemos crear, formar y ayudar a hombres y mujeres para que sepan enfrentar los grandes desafíos que vive nuestra sociedad;
- Asumir la Nueva Evangelización como una responsabilidad ineludible, tal como la está presentando el Papa Francisco, viviendo como buenos cristianos y dando testimonio de nuestra fe en la vida cotidiana.
- Crear una cultura vocacional, comprometiéndonos en sostener y acompañar las decisiones individuales y de cada grupo de la Familia Salesiana.
En estos últimos doce años la Familia Salesiana creció y se consolidó, madurando la propuesta del Documento de Identidad Carismática que saca a relucir las características de cada grupo, don de Dios, iluminado por el Espíritu Santo, donde la Unidad se enriquece en base a la diversidad. Hoy deseamos que este Movimiento Espiritual Apostólico viva en una sinergia operativa por la salvación de los jóvenes. El Rector Mayor dirigió una urgente invitación a todos los grupos para que se realicen proyectos comunes y mancomunadamente en el territorio se lleven a cabo, de modo que cada uno pueda llegar a sentirse expresión de un gran movimiento inspirado en la espiritualidad de Don Bosco.
El padre Pascual nos exhortó a crecer en el “sentido de Iglesia” viviendo con valentía y esperanza esta primavera del Espíritu que a través del Papa Francisco se está realizando y que encuentra fundamento en el hecho de que la causa de Jesús es la causa del hombre.
Por lo tanto, es posible enfrentar cualquier realidad con esperanza. El desafío que el noveno sucesor de Don Bosco ha prospectado para estos tiempos es la capacidad de vivir en la fe y de hacerla crecer en la dimensión sociopolítica, de modo que traduzcamos el alegre anuncio del Evangelio no solo en la vida personal sino también en la colectiva.
Amigas y Amigos, agradeciendo con afecto y reconocimiento a nuestro Rector Mayor los exhorto a orar juntos, invocando al Espíritu Santo para que el padre Pascual pueda continuar su camino con la pasión de siempre, acogiendo la voluntad del Padre Celestial donde Él lo quiera.
¡Les deseo unas felices Pascuas de Resurrección en la alegría de Jesucristo Vivo!
Hasta pronto.
Paola Staiano